Adiós con el corazón

La pasada madrugada nos dejó para siempre Saturnino Domínguez Domínguez,una de las mejores personas que he conocido nunca.

Todos aquello que le conocíamos: hijos,amigos,nietos y yo misma no lo olvidaremos por muchas razones,pero sobre todo , por su optimismo,sus ganas de aspirarse la vida hasta su último aliento y por la ilusión que ponía a cada una de las cosas que hacía,ya fuese aprender a usar el ordenador,a esquiar o a cocinar.

Hace un par de días fue ingresado por un amago de infarto,justo cuando tenía planeado un viaje para que por fin nos reencontrarnos,tras más de media vida distanciados,desde que habiamos salido de nuestro pueblo natal.Pero el día antes de su viaje a tierras asturianas,me llamó diciéndo que la cosa se había complicado y que tendríamos que esperar.En ningún momento me dijo nada de cuál era su estado,para que no me preocupara.

Finalmente su corazón no resistió la instensa vida que tuvo,y se apagó hace un par de días.Desde su "pequeño rinconcito"he querido dedicarle este pequeño homenaje,para decirle que todos los que le conocimos, quisimos y admiramos jamás le olvidaremos,y que seguro que muy pronto acabaremos reuniéndonos,donde quiera que esté.

Siempre tuya,

Benancia

Día de visitas en el hospital

Me gustaría deciros que por fin he salido del hospital,pero la verdad es que sigo aquí,y parece que la cosa va para largo.Esta madrugada sin ir más lejos he sufrido una recaída y,esta vez sí,creía que no lo contaba.Por suerte todo ha vuelto a quedar en un susto(se ve que hay alguien hay arriba que quiere que siga dando guerra).
Pero vamos a cosas más alegres.Esta tarde he podido recibir visitas y mi habitación se ha convertido en un hervidero de personas.Han venido Patrocinio,Faustino,Feliciano,amdeo y demás amigos del hogar del jubilado,mis hijas y,como no,mi Almudena.Pero sin duda,la visita que más me ha emocionado y a la vez sorprendido es la de mi hijo.Sí,sí,como lo oís,mi hijo ha venido a verme y por fin,después de tanto tiempo,hemos conseguido zanjar nuestras diferencias.
Lo malo es que luego me he puesto a pensar y,se me ha pasado por la mente que igual estoy en las últimas y de ahí la visita de mi hijo.Sea como fuese,el caso es que ha venido y,con esto,y si me dieran la posibilidad de ver a Benancia una vez en la vida,yo ya podría morir en paz.

Atentamente,
Saturnino Dominguez

P.D:Por cierto,que no os lo he comentado,tengo amigo nuevo,se llama Ramón y es mi "compañero de fatigas".

Los sueños se desvanecen

Todo hacia pensar que sí,que esta vez sí,que por fin iba a ver cumplido mi sueño de ver a Benancia,pero cada vez estoy más seguro que ese momento nunca llegará.Y lo digo con esa seguridad porque parece que existe una conspirición universal para que en el último momento todo se tuerza y mi sueño se desvanezca otra vez cuando estoy a punto de tocarlo con los dedos.

Como ya os comenté,mañana era el día en que,en teoría,nada podía fallar y me encontraría con mi Benancia,¡ por fin! ,pero todo ha fallado.

Anoche empecé sentirme francamente mal y,aunque en un principio no le di importancia,el dolor cad vez fue a mayores y,tras un pinchazo en el brazo acabé desvaneciéndome en mi casa.Afortunadamente,mi Almu,que había estado por la mañana en mi casa,se había dejado el móvil y por la noche me llamo para ver si estaba e mi casa.La muchacha al ver que no contestaba el teléfono a esas horas de la madrugada se preocupó y vino rauda a mi casa,donde se encontró con el pastel.Inmediatamnete me llevó a Urgencias,donde tras más de mil pruebas,determinaron que había tenido un amago de infarto y que sería necesario que estuviera en el hospital un par de días proque mi corazón estaba muy débil.

Y desde entonces aquí estoy,en una triste y fría habitación con bastantes molestias,cuando debería estar preparando mi partida de mañana y pasando la noche en vela por los nervios de encontrarme por fin con a mujer de mis sueños.Y la noche en vela seguro que la paso,pero por otros motivos bien destintos a los que a mí me gustaria....

Atentamnete,

Saturnino Domínguez

P:D:Agradezco a mi Almu su comlicidad al dejarme su ordenador portátil cuando me han mandado reposo absoluto,pero es que me aburro mucho y no puedo parar quieto.

Se acerca el momento

Bueno amigos,pues no os he comentado nada hasta el momento porque siempre que parecía que si era no,pero ahora que parece que sí que sí os cuento:a no ser que llegue el fin del mundo en los próximos días(Dios no lo quiera),en un par de días estraré en Asturias disfrutando por fin de mi amada Benancia.

Este encuentro amoroso lo llevo programando desde hace un par de semanas,pero no había dicho nada a nadie hasta hoy,porque ya no podía mantener más tiempo mi boca cerrada.Así que,esta mañana se lo he comunicado a mi Almu,que se ha alegrado mucho por mi,y ahora os lo cuento a vosotros.Parece que al final el amor va a triunfary,si todo va bien,al final seré yo quien seguramente acabe yéndome a vivir allí,al menos por un tiempo,ya veremos como va la cosa...

Y ahora os dejo que tengo que prepararme la maleta porque,si todo va como Dios manda en dos días me espera el amor.

Atentamente,
Saturnino Domínguez

Madre mía... y yo que pensaba que después de Navidades ya no podía engordar más... ¡Con lo que he comido estas últimas semanas! Pero no, está claro que mi ya gastado y amortizado cuerpo puede aguantar aún más traca.

Y es que hoy era el cumpleaños de mi amigo Patrocinio. Claro, ha querido que fuéramos al hogar del jubilado a celebrarlo. Primero hemos jugado un rato al dominó, y después a las cartas... pero la cosa se ha complicado (para bien, tranquilos).

Que si ahora pedimos un poquito de orujo, ahora otro, trae la botella pa'cà... Imaginaos cómo hemos acabado. Y ya para rematar... nos hemos comido unos churros con chocolate. Qué bien me han sentado, ¡señor! Hacía tiempo que no merendaba tan agusto.

Desde luego, menudos setenta y ocho años más bien cumplidos, Patrocinio. Desde aquí te felicito otra vez, eso sí, ya sabes que para la próxima nos falta una botella de orujo, o haré como mi Almu, que hace "botellón" en el parque, sólo que nosotros lo haremos a la vez que jugamos a la petanca.

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

Tarde de relax

Pues nada, mi Almu ya está como ella misma dice tuentiforseven en la biblio, porque se ve que eso significa que la abren todos los días a todas horas (por los examenes que tienen los muchachos) así que hoy, después de mi asombroso viaje, tocaba una tarde de relax, ya que encima estaba solo.

Y qué considerada que es mi nieta. Como la muchacha sabe que iba a estar solo, me ha traído una película que creía que me gustaría. Además, decía que estaba nominada a no sé cuántos premios, y que era de José Luis Cuerda, así que pintaba muy bien.

Y la verdad, ha estado muy bien. Servidor, nacido en la posguerra, reconoce el ambiente que muestra la película, y oye, qué bien hecha está. Eso sí, me da una rabia ver estas películas de la Guerra Civil o de la posguerra... me entristecen mucho, y hacen recordar a familiares y amigos queridos, asesinados por los nacionales.

Pero en fin, no os contaré esas cosas, que son muy tristes. Para que os hagáis una idea, os dejo con el "trailer" (¿Está bien dicho?") de la película, y ya sabéis, como siempre:

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

La blancura...

... hecha paisaje. Dios mío, amigos... ¡qué viaje!

Qué bien lo he pasado... y menos mal que cogí el suéter que me regaló mi Almu, que sino... ya me veía como las varitas congeladas del capitán Pescanova.

Eso sí, me he dado unas leches... ¡Tengo el cuerpo lleno de moratones! Mi Almu dice que a mi edad, un viaje así anima mucho... y tanto... ¡Pero también duele!

Y lo bonito que es tomarse un chocolate caliente con el frío que hace... Eso sí, una vez uno ya se ha quitado todas las capas de ropa, que parecía un luchador de esos chinos gordos que se estampan el uno contra el otro.

Era un "chou" verme por allí, sin apenas poder caminar... verme "alucinar" (como dice mi Almu) con la nieve, que hacía años que no veía, sentir el frío en mis huesos ya acechados por la madura edad...

En fin, toda una experiencia, unas perricas bien gastadas, ¡sí señor!

Ya os ampliaré en próximas entregas mis nuevas aventuras, que son las 2 de la mañana y servidor viene de pasear al perro con un frío que se me ha calao en los huesos.

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

Preparados,listos,yaaaaa

Vamos que nos vamos.Por fin mañana es el tan esperado día de mi viaje a la nieve y,estoy más feliz que una perdiz.

Me parece mentira que en un par de horas vaya ya a estar poniéndome el suéter que me regaló mi Almu,mis pantalones de pana y mis botas nuevas para ir a la nieve.

En fin amigos,que estoy muy emocionado.Habré revisado ya la maleta unas veinte veces,visto que tenía el reloj en hora para despertarme mañna unas cincuenta y hablado con mis compañeros de viaje otras tantas.Estoy como un niño con zapato nuevos.

A mi vuelta ya os cuento a ver que tal se me ha dado,que me voy a volver a revisar la maleta....¡y eso que sólo me voy para dos días!

Atentamente,

Saturnino Domínguez

Se busca a Saturnino

Parece que Toby no es el único que se pierde.Yo,sin ir más lejos,ayer noche me perdí.Y os preguntaréis,¿cómo es posible?,pues os cuento....

Ayer tarde mi amigo Faustino y yo fuimos a ver la exposición de La Nau Certificados de una infancia congelada (Fotografías 1890-1940),que a mi la verdad sea dicha me fascinó,pero a lo que vamos.Una vez acabamos de disfrutar de la maravillosa exposición,Faustino se empeñó en ir al edificio de Correos y Telégrafos,porque mi buen amigo colecciona sellos antiguos y quería ir a echar un ojo.Así que para allá que nos fuimos y entre unas cosas y otras cuando nos quisimos dar cuenta ya eran las nueve de la noche.

Viendo que ya era tarde y,siendo sinceros teníamos unas hambres que no eran normales,Fausti propuso quedarnos a cenar por allí,en un bar barato(que nuestras pensiones tampoco están para tirar cohetes)y después,como un día es un día y hacía mil años que yo no salía a cenar fuera de casa,fuimos también a tomar un café.

No contento con tal desparrame,tras el café Faustino me dijo de ir al cine,a ver una de la mafia italiana que le habían dicho que estaba muy bien.Después del cine,pusimos rumbo para casa pero Faustino se empeñó en coger un atajo y yo a esas horas,que ya iba un poco adormilao,le seguí sin fijarme demasiado por donde ibamos.Por el camino fuimos comentando lo buenísima que había sido la película y que tendríamos que repetir lo de salir de parranda algún otro Sábado y,de repente,nos vimos invadidos por la chavalería.

Mi sorpresa al comprobar que Faustino nos había metido por las callejuelas del barrio de El Carmen,fue MAYÚSCULA,y más aún cuando me dí de bruces con mi Almu y su cuadrilla,que se iban a mover el esqueleto.Mi nieta estaba efórica(quiero creer que por verme y no por las botellas de fantas que llevaban en bolsas...)y nos dijo de irnos con sus amigos.Yo me puse a reír a carcajadas,pero Faustino estaba irreconocible y en un momento de despiste lo perdí de vista.Después de un rato buscándole le encuentré en un bar que tenía una música ensordecedora,que escuchaba hasta yo(y eso que estoy más sordo que una tapia) y por fin conseguí que nos fuesemos a casa.

Cuando cogí la cama ya eran las tres y media de la mañana,y la de tiempo que hacía que yo no me acostaba a esas horas....

Atentamente,

Saturnino Domínguez

Pasando la resaca

Hay que ver que Fin de Año más movido que he tenido.

Como mis hijas el último día del Año hacen su marcha con sus amigos y mi Almu más de lo mismo,yo ya hace un par de años que cogí la tradición de ir a pasar la noche al hogar del jubilado con un montón de amigos,y ete año nos lo hemos pasado de agárrate y no te menées.

A eso de las 8 de la tarde quedé con mis amigos y compañeros de mi próximo viaje a la nieve:Faustino,Feliciano y Amadeo y , para el sitio que nos fuimos los cuatro jinetes del Apocalipsis con nuestras mejores galas.

Y una vez allí,un desparrame :que si música,decoración navideña,comida a tutti ple(cordero,marisco..)luego las uvas(con la Igartiburu y el Sobera) y por último los mazapanes y el turrón,acompañados del cotillón y algún que otro chupito de anís.

Después de eso nos arrancamos a bailar unos pasodobles,mientras otros jugaban partidas de bingo o de cartas y,a eso de las cinco de la mañana pillaba yo la cama de mi casa con los pies destrozados de tanto baile y e estómago a reventar de tantísima comida que había metido pa´la saca.

Y del día siguiente poco a destacar:me levanté a las tres del mediodía, algo ligerito y por la tarde me hice una sesión de peliculas aquí en mi casita con la mantita y palomitas,de relax total (como se debe empezar el Nuevo Año).

Atentamente,

Saturnino Domínguez