domingo, 4 de enero de 2009

Se busca a Saturnino

Parece que Toby no es el único que se pierde.Yo,sin ir más lejos,ayer noche me perdí.Y os preguntaréis,¿cómo es posible?,pues os cuento....
Ayer tarde mi amigo Faustino y yo fuimos a ver la exposición de La Nau Certificados de una infancia congelada (Fotografías 1890-1940),que a mi la verdad sea dicha me fascinó,pero a lo que vamos.Una vez acabamos de disfrutar de la maravillosa exposición,Faustino se empeñó en ir al edificio de Correos y Telégrafos,porque mi buen amigo colecciona sellos antiguos y quería ir a echar un ojo.Así que para allá que nos fuimos y entre unas cosas y otras cuando nos quisimos dar cuenta ya eran las nueve de la noche.

Viendo que ya era tarde y,siendo sinceros teníamos unas hambres que no eran normales,Fausti propuso quedarnos a cenar por allí,en un bar barato(que nuestras pensiones tampoco están para tirar cohetes)y después,como un día es un día y hacía mil años que yo no salía a cenar fuera de casa,fuimos también a tomar un café.

No contento con tal desparrame,tras el café Faustino me dijo de ir al cine,a ver una de la mafia italiana que le habían dicho que estaba muy bien.Después del cine,pusimos rumbo para casa pero Faustino se empeñó en coger un atajo y yo a esas horas,que ya iba un poco adormilao,le seguí sin fijarme demasiado por donde ibamos.Por el camino fuimos comentando lo buenísima que había sido la película y que tendríamos que repetir lo de salir de parranda algún otro Sábado y,de repente,nos vimos invadidos por la chavalería.

Mi sorpresa al comprobar que Faustino nos había metido por las callejuelas del barrio de El Carmen,fue MAYÚSCULA,y más aún cuando me dí de bruces con mi Almu y su cuadrilla,que se iban a mover el esqueleto.Mi nieta estaba efórica(quiero creer que por verme y no por las botellas de fantas que llevaban en bolsas...)y nos dijo de irnos con sus amigos.Yo me puse a reír a carcajadas,pero Faustino estaba irreconocible y en un momento de despiste lo perdí de vista.Después de un rato buscándole le encuentré en un bar que tenía una música ensordecedora,que escuchaba hasta yo(y eso que estoy más sordo que una tapia) y por fin conseguí que nos fuesemos a casa.
Cuando cogí la cama ya eran las tres y media de la mañana,y la de tiempo que hacía que yo no me acostaba a esas horas....
Atentamente,
Saturnino Domínguez

2 comentarios:

ensic dijo...

Ya que se encontró a su nieta se podía haber ido cn ella y así redondeaba la noche.
Por cierto,creo que de lo que se puso tan contenta no era de verle...

nii dijo...

Feliz año Satur,aunque sea con un poco de retraso.
Yo también hay findes que no me encuentro por El Carmen,así que tranquilo.....