Ayer tuve el privilegio de pasar una velada la mar de reconfortante en uno de los sitios que más me entusiasman,el teatro.La veradad es que mi noche de viernes no iba a ser muy distinta a la del resto de viernes:cena ligera,ver un rato el televisor en la cama y,cuando los ojos se me empezar a cerrar,a dormir.
Sin embargo todo eso cambió cuando me llamó mi buen amigo Matías. Según me comentó,había sacado dos entrads para que él y su señorafueran al teatro Talia a ver Tres sombreros de copa, pero su mujer esa noche se encontraba indispuesta y le parecía una pena desperdiciar una entrada.Así que,sabiendo que yo me apunto aun bombardeo,me llamó para ver si me hacía el ánimo.
Yo la verdad es que me puse más contento que unas castañuelas, y no dudé en apuntarme al sarao de inmediato.Debo decir que la obra de Mihura queda a un muy buen lugar en esta representación,que a mí personalmente me encanto.
A eso de las once de la noche Matías y yo abandonamos el Teatro y nos dirigimos a un bar cercano a tomar unos vinitos con unos pinchos mientras comentabamos lo bonita que había sido la función y lo bien que trabajan los actores que en ella participan.
Fue una velada realmente estupenda.
Espero que dentro de no demasiado tiempo,pueda compartir esta afición con mi Benancia.
Te amo vida mía
No hay comentarios:
Publicar un comentario