domingo, 30 de noviembre de 2008

A estirar el cuerpo serrano


Por fin hoy he podido ir a jugar a la petanca con mis queridos amigos del hogar del jubilado. Desde que fui al médico, no había podido ir, porque me pensaba que no era bueno para la salud de un servidor, pero después de preguntarle a mi médico de cabecera, me ha dicho que todo lo contrario, que intente jugar varias veces por semana.

¡Qué alegría, oye! Una cosa más para que estirar y desengranar este cuerpo serrano que Dios me ha dado. Aún recuerdo hace años, siendo pequeña mi nieta, cuando venía a verme... Ahora claro, como mucho, vendría a verme con sus amigos y con varias litronas. Dice que no le importaría.

Qué bien... ¡Me siento tan lleno de energía!

Una partida como la de hoy anima a cualquiera. Casi gano contra Fortunato, pero bueno, se le perdona porque es un buen amigo de aquí de Valencia desde hace ya más de diez años.

Entre la cocina y esto, como dice mi Almudena, "¡Qué finde me he pegao, macho!".

Eso mismo.

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

2 comentarios:

Enzo Buonfiglio dijo...

Satur, ayer colgué otra receta. Por si quieres verla. ¿Cómo va el curso de cocina? A ver si me enseñas algo.

Un abrazo

ensic dijo...

Diga que si Saturnino,a una mujer se le conquista por el estómago!