jueves, 25 de diciembre de 2008

Menudos días


Madre mía, estoy que voy a estallar, muchachos.

Menudas comilonas que nos hemos pegado. Anoche, con toda la familia... Hasta mi Almudena, y todos mis nietos (excepto mis queridos Tomasín y Clarín, porque mi hijo no me deja verlos).

Qué bien, y qué buena le salió la tortilla a Almudena. Era un ambiente tan bonito, tan familiar. Me encanta la Navidad. En alguna entrada anterior comenté que me hacía estar algo melancólico, pero después de estas dos comidas, me he animado.

La familia, digan lo que digan, es importante. Y en estas fechas, como hace escasas horas, me lo han demostrado. En la comida de Navidad, ya ha sido el acábose.

Mis nietos la arman parda, como dice una de la tele, un poco pasadilla. Pero qué feliz que me hacen.

En fin, espero que hayan pasado todos unos días espléndidos, y que sean mejores los que nos quedan.

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

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