miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi hijo y yo



Esta mañana,viendo todas las entradas de mi blog, me he dado cuenta de que apenas hablo de mi hijos, tan sólo los nombro muy por encima, excepto a mi Azucena, que en mi relación con ella si he profundizado más.

Y ¡ojo! no es que la quiera más, ni mucho menos, porque yo a todos mis hijos los quiero por igual, pero su es verdad que es con la que más trato tengo porque mi otra hija siempre ha sido más independiente y mi hijo,bueno, con mi hijo desgraciadamnete llevo más de un año sin hablarme. Es muy dolorosos para un padre ver que su propio hijo no quiere saber nada de él, pero así es. Y todo por qué, pues por mi enamoramiento de Benancia.

La verdad es que mi hijo siempre estuvo muy unido a su madre y claro, que al fallecer mi Avelina yo comenzara una relación con una nueva mujer no le sentó nada bien. Para él yo estoy mayor, chocheo, y sólo hago el ridículo creyendo que aún tengo 15 años. Yo la verdad es que soy muy consciente que ya no soy ningún jovenzuelo, y está claro que yo no estoy con Benancia como hace 40 años estuve con mi Avelina, es otra clase de amor, pero un amor que yo creo no hace daño a nadie.

Es una amor que quizá no es tan pasional, no es como cuando te enamoras con 15 años y piensas que nada que vaya más allá de esa persona tiene sentido, es un amor más maduro quizá, en el que estar hablando con esa persona todos los días simplemente te vale, su simple compañía y afecto.

Pero bueno, mi hijo no lo entiende, aunque no pierdo la esperanza que algún día lo haga, porque nada me produciría más tristeza que abandonar este mundo sin tener ningun tipo de contacto con ese hijo al que he querido y quiero tanto.

Atentamente,

Saturnino Domínguez.

1 comentario:

nii dijo...

Tranqui Satur,verá como las cosas con su hijo acaban arreglándose.
Un saludo